Alicia Collado y los orígenes del tarot

En la entrada de hoy vamos a hablar sobre la cartomancia, más concretamente sobre el origen del tarot y también conoceremos a Alicia Collado, prestigiosa vidente que lleva más de 26 años ayudando a miles de personas a solucionar sus problemas.

El tarot es sin duda uno de los métodos de videncia más populares y efectivos que existen en la actualidad. Comenzamos con la llegada de los primeros naipes a occidente, la transformación que sufrieron a lo largo del tiempo y el significado oculto que reside tras sus símbolos.

Alicia Collado es especialista en tarot, amarres de amor, mal de ojos, azar o limpiezas, así que no dudes en contactar con ella por teléfono para conseguir resultados reales en muy poco tiempo.

El primer antecedente del tarot

No sabemos a ciencia cierta cuándo surgió el tarot. Sin embargo, las leyendas hablan de mercaderes que surcaban el Mediterráneo en el siglo XIII para llegar a la lejana Ruta de la Seda, que pasaba por África, Persia y China. El viaje no estaba exento de peligros, pero las exóticas mercancías traídas a Europa compensaban con creces el riesgo.

Con ellos, también vino una baraja de cartas de origen musulmán, que constaba de cuatro palos y era conocida como Mamluk. Este sería el primer precedente del tarot moderno tal y como lo conocemos, que es de gran utilidad para todo tipo de problemas personales o laborales.

Si quieres ver todo lo que la videncia a través de las cartas puede hacer por ti, no dudes en pedir una cita por WhatsApp con Alicia Collado. Cientos de testimonios de clientes satisfechos alaban su trayectoria, destacando los comentarios positivos sobre amarres de amor, endulzamientos, limpiezas de aura y otras prácticas espirituales.

La incorporación del quinto palo

¡Volvamos al tarot! El Mamluk comenzó a hacerse muy popular en el continente europeo. En el transcurso del siglo XV se incorporó un quinto palo a la baraja, los triunfos, que estaban representados con motivos florales y otras escenas que destacaban por completo de los palos ordinarios. Estas nuevas figuras eran prácticamente idénticas a los 22 arcanos mayores que conocemos en la actualidad.

El Tarot de Visconti-Sforza

Los triunfos supusieron un cambio radical y de ahí nació un juego llamado Tarock en tierras francesas y germanas. O Tarocco (y también Tarocchi) en los estados italianos. El mazo completo más antiguo que se conserva es el Tarot de Visconti-Sforza, que data de 1440. Se trata de un trabajo de gran lujo y belleza encargado por el Duque de Milán, donde podemos contemplar algunas de las figuras más conocidas como El Colgado, La Emperatriz o El Mago.

Sin embargo, faltan un par de cartas que nos llaman mucho la atención: El Diablo y La Torre. Casi todos los expertos coinciden en que por aquel entonces aún no se habían incorporado a la baraja, aunque también es posible que se perdieran con el paso de los años. Por desgracia, parece que nunca sabremos la respuesta.

A finales del siglo XV, la baraja estaba organizada en 78 naipes, contando con 21 triunfos numerados y El Loco, la carta que no dispone de número alguno, aunque en algunas versiones se le asigna el 0. Las 56 cartas restantes se ordenaban en los 4 palos clásicos (oro, copa, basto y espada) con sus figuras correspondientes.

Si tienes alguna duda sobre este tema, quieres saber lo te depara el futuro o cómo reaccionarás ante una situación complicada, no dudes en ponerte en contacto con Alicia Collado, especialista en cartomancia, amarres de amor o mal de ojo.

El tarot de Marsella

Poco a poco, los juegos de cartas dieron paso a otros usos asociados con la videncia y la personalidad de cada individuo. En las fiestas cortesanas era común pedirles a los asistentes que escogieran una carta al azar, para a continuación mostrar la naturaleza de la persona o su destino según la figura que apareciera. Este es el mismo concepto que utiliza Alicia Collado en sus sesiones, al que ha incorporado sus propias experiencias, y que proporciona excelentes resultados desde hace generaciones.

Ya entrados en el siglo XVIII, la cartomancia comenzó a ganar en popularidad y su práctica se extendió a otros países de Europa como Suiza o Francia. En esta época aparece el tarot de Marsella, aunque el término es bastante reciente, usado por célebre cartomante Paul Marteau en 1930. Es posiblemente el más icónico y extendido de todos, con colores y formas que se asemejan a los vitrales góticos.

Los secretos de la humanidad

Para Philippe Camoin, descendiente de una estirpe de impresores de cartas de tarot, y Alejandro Jodorowsky, reputado tarólogo de fama internacional, el tarot de Marsella esconde en sus cartas los secretos más sagrados de la humanidad, que los sabios de cada religión se encargaron de preservar hace cientos de años.

Sin embargo, las guerras y los continuos conflictos han estado a punto de acabar con este conocimiento. Por suerte, expertas en amarres y videncia como Alicia Collado impiden que se pierda para siempre, poniéndolo al servicio de cualquier persona que lo desee.

El tarot en la actualidad con Alicia Collado

En la actualidad, el tarot practicado por especialistas como Alicia Collado es algo habitual en nuestra sociedad. El desarrollo de las nuevas tecnologías nos permite llevar a cabo esta técnica sin importar la distancia, por lo que la capacidad de ayudar a los demás ha aumentado exponencialmente.

El poder que reside en las imágenes del tarot y que ocultan el conocimiento a simple vista no ha perdido ni un ápice de fuerza. Al contrario, han proliferado nuevas versiones que enriquecen por completo la experiencia. Por ejemplo, gracias a las nuevas tecnologías es posible realizar consultas o pedir una cita por WhatsApp con Alicia Collado.

Esperamos que la entrada de hoy os haya gustado y tengáis un mejor punto de vista sobre el mundo del tarot y el trabajo que realiza Alicia Collado. Si os ha gustado, puede que en el futuro hablemos de otros temas relacionados con la espiritualidad, lo exotérico y en general el mundo de lo desconocido, que nos permite conocernos mejor y tener una perspectiva más amplia sobre el futuro. ¡Hasta la próxima!