En este artículo encontrarás:
Mercè Martí Queralt es presidenta ejecutiva de Kreston Iberaudit, una exitosa compañía que ofrece servicios de auditoría, consultoría, fiscal, legal y outsourcing a empresas.
Kreston Iberaudit es la división de España, Portugal y Andorra de Kreston Global, una red internacional de auditoría y consultoría con presencia en más de 120 países.
Desde su propia experiencia, la CEO de Kreston Iberaudit, con una larga trayectoria en el sector, analiza las claves para ejercer un buen liderazgo en las empresas.
Las cualidades de liderazgo más importantes
Los paradigmas están cambiando y ejercer el liderazgo en una empresa actual no tiene nada que ver con los métodos tradicionales. El objetivo empresarial sigue siendo el mismo pero las vías para lograrlo ya no se ajustan a lo que hasta ahora se entendía como ser un buen líder. ¿Cuáles son, para Mercè Martí Queralt, las cualidades de liderazgo más importantes hoy en día?
- Colaboración. Los líderes han de fijar metas realistas y procurar que su equipo trabaje unido para lograrlas. Para ello, debe saber transmitir la misión, la visión y la estrategia de la empresa para que la cooperación de todos sea máxima.
- Talento. La gestión de talento humano es una habilidad de gran importancia para ejercer un buen liderazgo. Saber atraer y retener talento es clave hoy en día para lograr los objetivos. Y eso implica invertir en las personas: en su formación, en su promoción, en su crecimiento profesional… Solamente así se podrá mantener motivados a los empleados.
- Comunicación. Un líder debe saber cómo transmitir los valores de la empresa a su equipo. Debe hacerlo con transparencia, con claridad y concisión y con capacidad de escucha, porque la comunicación debe ser de doble sentido. Hay que conocer las preocupaciones y necesidades de los empleados y tenerlas en cuenta en la toma de decisiones.
- Ejemplo. Para Mercè Martí Queralt, ser un ejemplo para el equipo es básico si un líder quiere que los demás le sigan. Asumir responsabilidades, trabajar duro, ser honesto y respetar unos valores éticos es lo que hace que un equipo asuma como propios los objetivos del líder.
- Firmeza. Hacer equipo y escuchar activamente a los demás no significa que un líder, en el momento necesario, no deba ejercer su autoridad y tomar decisiones firmes. Las divagaciones generan dudas en el equipo y es la manera más fácil de que, en términos marineros, la moral de la flota se hunda.
- Conciencia de sí mismo. Un líder debe conocer sus propias fortalezas y debilidades para saber cuándo debe asumir responsabilidades y cuándo debe delegar en los demás miembros del equipo. Es la única manera de que las decisiones que se tomen sean acertadas.
- Humildad. Ser buena persona, saber reconocer los errores propios y tener la capacidad de corregir esos fallos y de aprender constantemente es la mejor manera de ejercer el liderazgo hoy en día.
El objetivo de ser un buen líder es hacer que funcione el trabajo en equipo para que la empresa pueda lograr sus metas. Y para ello, según Mercè Martí Queralt, es necesario reunir todas las cualidades que acabamos de describir.
Beneficios de un buen liderazgo en la empresa
Ejercer un buen liderazgo en las empresas tiene muchos beneficios para cualquier compañía, sea del tipo que sea. Por ejemplo:
- Mejora los resultados porque todo el equipo trabaja para lograr el mismo objetivo.
- Ayuda a resolver conflictos de manera más rápida y efectiva.
- Potencia las fortalezas de los trabajadores.
- Facilita la adaptación a los cambios que se puedan producir en la organización.
- Mejora el nivel de satisfacción de los empleados.
- Mejora el clima laboral y, por tanto, también el bienestar de los trabajadores.
- Favorece la motivación del equipo.
- Mejora la imagen interna y externa de la compañía.
Consciente de todas estas ventajas, tanto para Kreston Iberaudit como para los clientes de la compañía, Mercè Martí Queralt trata de predicar con el ejemplo y de ejercer un buen liderazgo entre su equipo, poniendo especial atención a dar valor al talento humano de la organización que preside, ya que es la manera más satisfactoria de alcanzar las metas previstas. Esta manera de actuar es la que garantiza el éxito.