¿Estáis al tanto de las últimas filtraciones de los capítulos de Juego de Tronos? La semana pasada hubo personas en todo el mundo que tuvieron acceso al contenido del cuarto capítulo de la séptima temporada de juego de tronos, al menos tres días antes de su estreno mundial. Lo cierto es que lo hackers han comenzado a ser secuestradores de contenido, en estos casos concretamente, porque se le solicitó a la productora que pagase hasta 6 millones de dólares por el contenido.
Con esta controversia, generada alrededor de una serie de la que tantos telespectadores están pendientes, ha hecho saltar muchas alarmas, más incluso de las que pudieron saltar con el virus Wannacry, porque el poder de los hackers ante la vulnerabilidad de la red es infinito. Porque lejos de simplemente filtrar un capítulo de una famosa serie ¿podrían manipular datos de gobiernos y Estados a su antojo? ¿Podrían alterar sistemas sanitarios?
En alguna ocasión hemos hablado de cómo las nuevas tecnologías se han introducido en nuestra vida diaria, cómo somos dependientes de muchas aplicaciones que hasta hace unos años no existían y que, sin embargo sin ellas, no podríamos vivir. Por eso, no es de extrañar que nos planteemos hasta qué punto estamos a merced de aquellos que son capaces de controlar todo el contenido de la red.