Hoy queremos hablar de algo que en apariencia es por todos sabido, se trata del hecho de que ser parte de un grupo de personas y sentirse aceptado es bueno para la salud. Pero ¿sabríais decir el porqué de esta afirmación? Está totalmente aceptado que aquellos que no se sienten aceptados sufren problemas en principio psicológicos, pero que luego se pueden manifestar en problemas incluso físicos.
Por lo tanto, a la inversa, si nos sentimos parte de un grupo y con una cierta pertenencia podemos pensar que de esta manera no sufriremos esos problemas físicos. Y estamos en lo cierto, porque determinados estudios demuestran que quienes se sienten aislados y disociados de los grupos pueden llegar a tener muertes prematuras, incluso a sufrir consecuencias mayores en términos saludables, que si fuesen fumadores.
Los programas terapéuticos para fomentar la conectividad social
Puede parecer una idea descabellada, pero en diferentes puntos del planeta ya se trabaja en talleres y programas terapéuticos para fomentar la conectividad social entre las personas. Todos nos sentimos parte de alguna comunidad, nos podemos sentir parte de una vecindad, de un país, de un grupo de canto, de la empresa en la que trabajamos, de nuestra familia, etc. Por lo que la conectividad social va más allá de la popularidad, lo que se pretende es que generemos sensación entre iguales, que nos veamos reflejados en sus necesidades y en sus aspiraciones.
La sociabilidad y el sentirnos parte de un grupo hace que seamos incluso menos propensos a padecer depresión. El lazo con otras personas nos hace mirar hacia otro contexto que no sea nuestro propio sufrimiento y el hecho de formar parte de algo no nos hace sentirnos solos. Pensad por ejemplo en los grupos de autoayuda, esos famosos para dejar de beber o dejar de fumar, ¿a que ahora cobran más sentido?