Durante las décadas anteriores era sencillo saber cómo se escuchaban los discos. Aparte de la radio, pasaron distintas tecnologías que eran las elegidas y únicas posibles para escucharlos: discos, casetes y CDs, pero con la irrupción de internet los jóvenes escuchan las novedades discográficas a través de distintas plataformas de la red.
iTunes y Spotify
Estas dos son las plataformas más utilizadas para escuchar discos de forma legal y de gran calidad. Ambas compiten por ofrecer en exclusiva las novedades más codiciadas y acaparar todos los subscriptores posibles.
Existen muchas similitudes entre las dos competidoras, que permiten escuchar música sin necesidad de conexión a internet, realizar listas de reproducción propias y muchas ofertas por abonarse o atraer a amigos.
Youtube, Grooveshark o piratería
Pero las plataformas de pago no son las únicas existentes. El portal de vídeos Youtube también tiene miles de discos subidos que se pueden escuchar sin necesidad de descarga. Basta con buscar con algo de intuición y se encuentran canciones sueltas o discos completos en buena calidad para poder escuchar mientras se está conectado a internet.
Grooveshark fue cerrada hace tres meses por la presión de las discográficas y ha sido vuelto a abrir poco después. Este buscador de dudosa legalidad tiene mucho parecido a Spotify, aunque toda la plataforma es vía web sin la necesidad de descargar un programa propio. Juega en su contra el orden caótico de las canciones, discos repetidos y cierta dejadez que uno siempre tiene la sensación de ver al entrar.
Y, cómo no, también hay muchos jóvenes que se descargan música. Desgraciadamente, España es un país proclive a la descarga ilegal de toda clase música y utiliza páginas de Torrents o descarga directa para bajar discos. Pero, aunque es evidente y reiterativo decirlo, esta práctica solo jeuga en contra de una industria que cada vez parece más dañada.
